NECESITAMOS CREAR EL INTERÉS

CREEMOS EL INTERÉS

Es imposible hacer un paralelismo entre acontecimientos cotidianos habituales en nuestras vidas y los acaecidos y sacados a la luz en el seno de nuestra Hermandad, cualquier parecido sería pura coincidencia,  por lo que nos cuesta digerir las diferentes reacciones que hemos podido vivir en los últimos meses tras descubrir que ese precioso cuento de hadas por los que se desarrollaba el devenir de nuestra Corporación, simplemente era el disfraz cara a la luz pública de un sinsentido puesto de manifiesto, tras la división de una Junta de Gobierno propiciada por la cercanía de las elecciones.

Todo es de color de rosas mientras circulemos por la misma dirección y en el mismo sentido. Todo lo que se proyecta al exterior es sublime pese a las ocultas nefastas gestiones que se vienen produciendo desde el ejercicio 2012. Todo es fantástico mientras no nos enfademos aun a sabiendas de que los unos y los otros siguen dilapidando una parte de los bienes materiales que con tanto trabajo y, en una época de tantas necesidades, hemos podido acumular con el esfuerzo de mucha gente de bien, que lleva a gala su pertenencia y devoción a la Hermandad de Los Gitanos. 

Pero eso no sería lo peor. Mi padre (q.e.p.d.) siempre me decía que lo que se podía pagar con dinero era barato, que lo verdaderamente costoso era lo que para poder liquidarlo, no era necesario sacar la cartera del bolsillo, pero sí enajenar valores con los que no deberíamos jugar si de verdad queremos poder seguir dando pasos por la vida sin tener que bajar la cabeza.

Vamos a ser muy criticados por no bajar el pistón en la intensidad de seguir pidiendo nuestros derechos, por no frenar la intensidad en la defensa a ultranza del código ético de actuación de nuestra Corporación, porque no se desvirtúen las esencias de los valores que nuestros mayores nos fueron inculcando con el paso de los tiempos, otorgando caracter de normalidad a todas las irregularidades que se han ido descubriendo.

Pero jamás deberíamos desmayar, no tenemos derecho porque ese precisamente ese es nuestro derecho. Tenemos que seguir insistiendo, desde la buena educación, en la perseverancia de no alimentar a esos estómagos agradecidos que, con ideas y acciones interesadas están manejando, maltratando, ninguneando y despojando los bienes y valores que con tanto trabajo hemos ido cosechando.

Con el presing al que nos encontramos sometidos los hermanos de esta Corporación, estamos obligados a compensarlo con una estrategia basada en la responsabilidad, la fiscalización de los diferentes criterios de actuación y la transparencia en lo económico para con los dirigentes de la Hermandad. Es necesario que el interés de los hermanos de a pié entre en una dinámica de deseo por recibir todo tipo de informaciones de las diferentes actuaciones que se vayan produciendo y, con ello, propiciar una dinámica participativa en la opinión, sobre las gestiones y procederes en la que se mantenga la rectitud mínima exigible a los responsables de su dirección.

Queremos insuflar con estas lineas la inquietud por participar en los Cabildos Generales, que es donde únicamente los criterios de las bases pueden tener el peso necesario en las acciones a acometer y no encontrarnos en las manos de grupos de presión, que basados en sus propios provechos marquen los rumbos de la Hermandad de Los Gitanos.