domingo, 18 de noviembre de 2018

EL DESPRECIO AL VALOR AÑADIDO

NUESTRO AMIGO ALEJANDRO
Uno de los problemas sintomáticos en el seno de nuestras Hermandades es el doble rasero a la hora de calibrar los desvelos y la capacidad de trabajo de las personas que se desenvuelven en el entorno diario de las mismas.

Como en cualquiera de las áreas de la vida cotidiana, a veces, es más importante encumbrar el trabajo de una serie de personajes muy determinados, más por la proyección y los beneficios intangibles que aportan a la Corporación y a los propios responsables de la misma basadas simplemente en criterios de carácter social o simplemente populista que, como agradecimiento por los desvelos puestos sobre la mesa por esas personas que desarrollan un buen trabajo sin solicitar nada a cambio.

Estos criterios, bajo nuestro modo de ver, causan un doble daño, por una parte minimizando labores similares de otros componentes de la Hermandad, que trabajan tanto o más que el agasajado y por no tener en su currículum largas trayectorias como hermano, desarrollar todas sus labores en la sombra evitando  ser el primer plano en los objetivos de las cámaras o los focos sociales e incluso simplemente no poder darle el suficiente brillo al acto del propio homenaje, pasando desapercibido y perdiendo así el protagonismo por los que a veces se hacen. Y en segundo lugar se produce el desprestigio de estos homenajes no entendidos por el montante general de los hermanos.


Ahora, con la necesidades que nos han creado los nuevos tiempos, también tenemos otro grupo de personajes que han surgido por la exigencia de profesionalizar ciertos puestos de las Hermandades debido al incremento del trabajo diario a realizar en las mismas. Estos son las personas contratadas como nómina de la Corporación. En nuestro caso, administración y Santuario.

Esta pasada semana nos ha llegado la desagradable noticia de que Alejandro Pareja, si, si nuestro Alejando, esa cara amable del mostrador de nuestra tienda de recuerdos y de la vida de nuestro Santuario que durante una década ha demostrado sobradamente su eficiencia, simpatía, honradez, saber estar y una mano izquierda de tal calibre que ha conseguido superar todas la pruebas a los que lo hemos sometido tantos y tantos hermanos y devotos que pasamos más o menos asiduamente por el Templo sin una mala palabra, un mal gesto ni una respuesta desafortunada.

Ha sido en todo su periodo de responsabilidad con nuestra Hermandad un profesional excepcional que ha aprendido a querer en lo más profundo de su corazón a nuestros Sagrados Titulares, hasta hacerse hermano de número de nuestra Corporación, pero anteponiendo siempre la figura del Santísimo Sacramento con el que departía a diario media hora antes de la apertura puntual de las puertas del Santuario para rezarle, pedirle y darle las gracias por los avatares de su vida. 

Ha desempeñado las funciones de capiller con una exquisitez intachable de la que ningún sacerdote de los que han desempeñado su ministerio bajo nuestro techo haya tenido la más mínima queja. En su labor en la tienda de recuerdos ha sido acreedor de la confianza plena de los distintos Mayordomos y responsables del Templo por su honradez, puntualidad, amabilidad y aguante con todos los que pasamos por esas dependencias, aportando un valor añadido avivado por su interés en la progresión de sus labores y que complementaba por su cuenta visitando este tipo de establecimientos de otras Hermandades para aportar nuevas ideas a la productividad de la nuestra, contactando con  proveedores no habituales y productos novedosos para que existiesen rotaciones que no anquilosasen las posibles ventas que allí se producen y demostrando que a pesar de que su Señor de los Gitanos no lo ha bendecido una salud todo lo sobresaliente que por su edad fuese deseable, el absentismo a su puesto de trabajo se podían contar con los dedos de las manos en toda una década.

Alejandro, la Hermandad te va a echar de menos, los hermanos y feligreses notaremos siempre tu falta y nuestros Sagrados Titulares serán los únicos que tarde o temprano serán los que sabrán recompensarte por tu buen hacer ya que los responsables de dar un valor económico y moral a tus desvelos e inquietudes no han tenido la sensibilidad de reconocerlos.

Desgraciadamente la capacidad económica de nuestra Hermandad, parece ser que no llega a poder agradecer todo lo que tú y tu incuestionable profesionalidad le han aportado durante toda esa trayectoria desempeñada como el excelente trabajador que has sido, ya que seguramente, esos estipendios a los que indudablemente seguro tendrías derecho, estarán destinados para otros menesteres o personas de las que estamos convencidos difícilmente llegarán a tu altura.

Seguramente no has tenido la suerte de ser del grupo de los reconocidos por tu enjundia social, por una amplia trayectoria en la relación de la nómina de hermanos o por regalar abrazos continuos a las personas que tienen el poder de decisión sobre nuestros trabajos o nuestras vidas.

No dudes que el Santísimo, ese con el que hablabas durante media hora a diario antes de colocarte tras el mostrador de nuestra tienda, sabrá con total seguridad colocarte en el sitio que verdaderamente te mereces.

Muchas gracias por todo hermano.

1 comentario:

  1. Si; sin lugar a dudas, Alejandro es una magnifica persona y un magnifico hermano cristiano, muy querido por todos.

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