domingo, 30 de junio de 2019

EL CUARTO PODER

LOS NÚMEROS DEL CONSEJO DE COFRADÍAS
Nos vemos abocados a compartir nuestras vidas con los poderes sociales que nos regentan y dirigen en todas las facetas en las que nos desenvolvemos en nuestro día a día.

Los poderes que marcaban las vidas de la sociedad eran el legislativo, el ejecutivo y el judicial, pero en el siglo XIX,  el escritor y filósofo escocés Thomas Carlyle hizo referencia a un cuarto poder, denominación acuñada por el escritor, orador y político anglo-irlandés, muy famoso e influyente en su época, Edmund Burke, señalando en uno de sus discursos a la cuarta bancada de la Cámara de los Comunes donde se situaban los gacetilleros encargados de publicar los acuerdos y desavenencias que en su foro se producían.

Desde entonces, la prensa como cuarto poder social, publica las noticias, marca las tendencias y sigue siendo uno de los generadores del denominado mainstream (en castellano "corriente generalizada" o "intereses comunes").

A medida que la tecnología informática ha ido avanzando adhiriéndose a nuestras vidas, el cuarto poder de la prensa se ha visto obligado a compartir ese estatus con las redes sociales y el mundo de la red en general.


Esos avances, que a todas luces, bien gestionados han aportado un brote de aire limpio a la sociedad, también actúan como base de información inmediata de toda persona que los desee comprobar y que por supuesto comprueba. No existe palabra, hecho o gesto público que no quede debidamente archivado en esa galaxia infinita llamada Internet a disposición de los consultores que lo precisen, otorgando veracidad o desmintiendo informaciones que se pudiesen alterar intencionadamente con el paso del tiempo o que eran desconocidas por omisiones de información.

Desde que en 1941 se aprueban los primeros Estatutos de Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, los poderes que marcaron la forma de actuar de dicho organismo obviaron ese cuarto poder que la sociedad de a pié les demandaba. La información elitista que mantenía la Institución dejaba a criterio de las diferentes imaginaciones personales lo que se cocía en los fogones de San Gregorio, receta que solo era revelada a unos cuantos.

El Consejo actual parece que, poco a poco, está abriendo ventanas y puertas para que el aire rancio de tantos y tantos años deje espacio a una ráfaga de brisa limpia y fresca acorde con la transparencia que demandan los nuevos tiempos, enseñando sin rubor alguno las gestiones administrativas, sociales y económicas que jamás habían visto la luz tiempo atrás.

Eso lo vamos a agradecer todos, y por ello les damos las gracias, pero una vez que esos datos ocultos han visto la luz, la reacción en cadena que ello conllevará, solo podría ser el contraste de los datos aportados a los hermanos de cada una de las Corporaciones y la comprobación de los cuadres de dichos datos.

Vamos a ceñirnos tan solo a la que a nosotros nos debe interesar, nuestra Hermandad de los Gitanos.

La Web de Semana Santa de Sevilla en su publicación del día 28 de Junio y con el título de "Las Cuentas de la Semana Santa: lo que se lleva cada Hermandad" firmado por Javier Macías, hace público lo que cada Hermandad percibe del Consejo de HH y CC de Sevilla en el periodo de un año en las etapas de 2016, 2017, 2018 y 2019. Estos evidentemente deberían cuadrar con las cantidades enviadas a los hermanos y aprobadas en Cabildo General de Cuentas y Presupuestos.

Los datos tras el contraste y la casación de estos son los siguientes en el caso de nuestra Hermandad:


Como fácilmente podemos comprobar, las diferencias son evidentes entre lo que el Consejo facilita en sus datos y los que nuestras Juntas de Gobierno publicaban haber percibido para su aprobación por el Cabildo General Ordinario de Cuentas y Presupuestos.

¿Dónde está el error en estos datos con esa falta de coincidencia?.
¿Existe algún tipo de concepto que justifique dichas diferencias?.
¿Puede tener algo que ver con los importes del número de entradas del Pregón que el Consejo de Cofradías reserva a cada Hermandad y que normalmente aprovechan los Oficiales de Junta?.
¿Se abonan estas entradas o se va como invitado sin coste alguno por pertenecer a la Junta?.
Y si es así, ¿por qué no pueden tener acceso a las mismas cualquier hermano de la Corporación?.
Y  si no es así, ¿a qué es debido dichas diferencias económicas?.

Seguro que en el próximo Cabildo General de Cuentas y Presupuestos a celebrar en enero tendrán las explicaciones oportunas, o nuevamente nos será solicitado el perdón a los asistentes al Cabildo por las reiteradas distracciones y hasta la próxima vez que algo de nuevo no les vuelva a cuadrar.

El cuarto poder no dispone de poder ninguno, pero mientras que existan personas dispuestas a preguntar, sea cual sea la respuesta, el cuarto poder siempre estará vivo.

1 comentario:

  1. En mandatos anteriores, los oficiales asistentes al pregón pagaban sus entradas. Eran tiempos en los que no existían tampoco tantos teléfonos móviles con cargo a la Hermandad. Estamos muy cerca de cobrar sueldos por dedicación, al tiempo.

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