
Han sido un gran número de luces las que hemos aportado a nuestra Semana Santa, y es de ley hacerlas públicas y reconocer los méritos y nuestros más profundos agradecimientos a todas esas personas que con su esfuerzo y dedicación han contribuido al engrandecimiento de nuestra Hermandad desde un plano absolutamente altruista.
Pero no debemos ser subjetivos, y con el fin de solventar las deficiencias que se hayan podido observar, minimizando con nuestra auto crítica esas sombras que consiguen enturbiar la perfección a la que todos aspiramos cuando exponemos nuestros modos de ser y de actuar ante el pueblo sevillano y los que, aun no siendo de esta tierra, disfrutan con nuestra procesión.
Por lo tanto, veamos y enumeremos las sombras que se han paseado por nuestra cofradía en la pasada madrugada, y al igual que las acciones y actuaciones que en el artículo anterior hemos alabado, también os hacemos partícipes de nuestras opiniones sin acritud alguna y en tono constructivo.
La primera sombra que queremos hacer constar es el acceso a las sillas de la plaza, tanto en la salida de la cofradía como a la entrada, en este último caso, en un mayor grado si cabe. Entendemos que cuando una persona realiza la comprar de un servicio (disponibilidad de la silla alquilada) lo mínimo que se debe asegurar es el disfrute de la misma. La falta de control en el acceso al espacio donde estaban instaladas dichas sillas ha sido precario. Desde los accesos al templo, nazarenos y paisanos tenían la posibilidad de acceder a la zona antes mencionada, sin que nadie les exigiesen documento alguno. Además, al tener el control de entrada, tanto a las parcelas A como a la B desde la esquina de María Auxiliadora con la calle Mateo, obligatoriamente había que acceder desde la zona más cercana a la palmera (sector A), cruzando ante la puerta de salida para el acceso al sector contrario (Parcela B). En la salida no fue tan gravoso, ya que por la noche daba igual un sector que otro. Pero en la entrada, como el sol incidía de plano en la zona B, los usuarios, al entrar por la zona A, se quedaban en esta, ocupando un sector que no les correspondía creándose entre los usuarios altercados muy desagradables. Además, personas con una sola tarjeta de acceso se les permitía entrar con niños que ocupaban más asientos que los alquilados, colapsando de esa manera la zona y dejando sin asiento a personas que llegaban más tarde con sus tarjetas en la mano.
También se apreciaron gran cantidad de nazarenos ocupando sillas, accediendo a ellas por la puerta de la palmera una vez que hacían su entrada en el Santuario, presenciando la entrada de los pasos descubiertos y ocupando asientos que no eran de su propiedad.
Otra sombra previa a la salida a le que deberíamos aportar un poco de luz sería, como ya se solicitó en la pasada Semana Santa la contratación de algunas unidades más de servicios portátiles (W.C.). Tenemos que sopesar que la llegada al templo de los participantes en el cortejo comienza aproximadamente a las 00.30 horas y cuando la Virgen hace su salida del Santuario se están superando las 04.00 horas. En ese baremo de tiempos, por nuestro templo trasiegan a la espera de ocupar su sitio en la cofradía un número superior a 2.500 personas, donde el 85 % son hombres y el 15 % mujeres. La división de los escasos servicios de los que disponemos producen grandes colas a la espera de las personas que aguardan para hacer sus necesidades. Con ello, se producen grandes aglomeraciones y bloqueos en las zonas donde están ubicados, creando largos tiempos de espera, sobre todo, en los habilitados para el género masculino. Hemos de tener en cuenta que cualquier hermano que participe en la cofradía, desde que sale de su domicilio hasta que al menos llegue a la Catedral han de pasar más de 10 horas, ni que decir tiene que las atenciones a las necesidades fisiológicas de los participantes en nuestro cortejo hemos de tenerlas más en cuenta.
No estaría de más, habilitar también algunas fuentes de agua potable portátiles disgregadas por las zonas de espera donde se encuentran los nazarenos y demás participantes en el cortejo.
Otro de los puntos oscuros que ya se advertían desde antes de la salida por el gran número existente, son la gran cantidad de personal de paisano habilitado con una credencial otorgada por la Junta de Gobierno para pulular por la cofradía con derecho de pernada y eximidos de la posibilidad de cualquier toque de atención por entorpecer a los diferentes tramos. Personal de priostía, fotógrafos, intercomunicadores y compromisos varios, se acumulan delante de los pasos luciendo medallas y credenciales además de entorpecer el ritmo de los pasos.
Estamos seguros de la necesidad de algún número determinado de personal de paisano con obligaciones de apoyo, pero al parecer, salvando al que estaba responsabilizado en la cruz de guía, el cual no se movió de su sitio en toda la Estación de Penitencia, el resto siempre está ubicado por detrás de los ciriales, dificultando el caminar de los pasos y dando la sensación de importarles más el sentirse especialmente importantes en la madrugada que el cumplimiento de las funciones encomendadas. Entre capataces, contraguías de relevo, listeros, personal de priostía, fotógrafos, técnicos de videos, responsables de redes sociales, encendedores e hijos, nietos y enchufados con trajes y medallas se puede constatar que los cirios morados que representan singularmente a nuestra Corporación siempre procesionan por delante del tramo de los "Pretorianos del Traje Negro".
Una vez que la cruz de guía se pone en la calle nos encontramos con nuestro mal endémico desde hace una gran cantidad de años. En cuanto el paso del Señor pisa los adoquines de la plaza empiezan los cortes de nazarenos. Cortes en Butrón, cortes en Matahacas, vacío total en la esquina de Dueñas, desbandada en las setas y reagrupación en fila de a tres con una aglomeración de capirotes insoportables en Javier Lasso de la Vega, volvemos con los cortes en Sierpes y Avenida de la Constitución hasta entrar en Catedral.
Infinidad de Diputados, Enlaces variados, intercomunicadores de última generación, proliferación de personal con traje de corre, ve y dile llevando noticias y trasladando órdenes para enderezar un cortejo que, al parecer, no tiene solución. No sabemos quien o quienes serán los culpables, pero el responsable, sin duda alguna, es nuestro Diputado Mayor de Gobierno al que desde hace bastantes años nuestra cofradía se le hace grande.
Hace falta hablar mucho con los componentes del cuerpo de Diputados durante todo el año, parcialmente y en general, se ha de concienciar a los componentes de este equipo que están para trabajar por su Hermandad y no para evitar aguantar los terribles parones en una loseta. Hay que eliminar sin que tiemble el pulso a todos los que desatiendan sus funciones, y dar paso a los dispuestos a desarrollar un buen trabajo. Y por supuesto, no se pueden asignar cargos de responsabilidad como el de Diputado de Bandas de paso de Cristo a octogenarios que jamás han estado vinculados con la música para que paseen un palermo cerca de los pasos.
Pero lo grave del asunto y con lo que las sombras pudiesen ser poco disculpables es cuando, a pesar de errores de calibre superior en años anteriores, no se toman las acciones correctivas y vuelven a repetirse. Nuevamente este año hemos tenido una incidencia en el paso del Señor donde se detectó que uno de los faroles se estaba moviendo en demasía. Y nuevamente, un año más, las herramientas necesarias no se encontraban en el cortejo, teniendo que hacer uso de la Hermandad de los Panaderos para poder ser socorridos con tan desafortunado olvido. El pasado año no podíamos quitar los zancos para entrar en la Anunciación a causa de la lluvia, y este año volvemos a lo mismo. Quizás sería importante confeccionar una más de las innumerables tarjetas del cortejo de trajes negros para que portara la caja de herramientas, total un libre paseante más o menos no sería relevante.
Pero sí sería importante que no siempre nos mirásemos el ombligo practicando el victimismo y, de una vez por todas, nos hagamos con algo tan básico como una agenda para apuntar los comentarios que los hermanos tachados de críticos exponen año tras año, y así evitar con ello, repetir errores de tal calibre.
Y como sombras finales, hemos dejado el soniquete cuaresmal que hemos soportado en las previas a la Semana Santa. Se ha confeccionado una obra maestra con la recuperación de la túnica bordada del Señor de la Salud. Le estaremos eternamente agradecidos a los colaboradores económicos que la han sufragado y por extensión a los que en su momento parieron una idea tan loable. Ha lucido magnífica en los cultos de nuestra Corporación y tenemos una pieza importante para cuando las posibilidades económicas nos permitan la realización de nuestro museo.
Pero por favor, señores de la Junta de Gobierno, escuchen, palpen la sensibilidad de la gran mayoría y no inventen, y por muchos premios Demófilo con los que se nos honre, devolvamos a la Sevilla cofrade, al pueblo llano a un Señor de la Salud como a la gran mayoría les gusta, les rezan y lo quieren.
Y como final de estas reflexiones, reflexionen con la música de nuestra Hermandad, marquen una línea, la que ustedes tengan a bien acordar, pero no olvidemos que somos la Hermandad de Los Gitanos, ni mejor ni peor que las demás, pero única en nuestro sentir y en nuestras formas de expresarnos.
Repasen los videos de una Campana con medio aforo y recordemos que costó muchísimo evitar la banda sonora del cierre de sillas y de manguerazos de barrenderos en una Plaza de la Campana desmontada. Por respeto a todos aquellos que se esforzaron en su día, para que no cupiese ni un alfiler, háganselo mirar, porque como tardemos lo mismo que en encontrar las herramientas habremos perdido lo conseguido en cuarenta años con tanto esfuerzo.
Por supuesto, que no dudamos que todas las actuaciones que realiza nuestra Junta de Gobierno están basadas en el mismo amor a nuestros Titulares que el que todos le profesamos y las máximas ganas de acertar en sus tomas de decisiones, pero a veces es necesario una vuelta de tuerca más.
Por lo tanto, veamos y enumeremos las sombras que se han paseado por nuestra cofradía en la pasada madrugada, y al igual que las acciones y actuaciones que en el artículo anterior hemos alabado, también os hacemos partícipes de nuestras opiniones sin acritud alguna y en tono constructivo.

También se apreciaron gran cantidad de nazarenos ocupando sillas, accediendo a ellas por la puerta de la palmera una vez que hacían su entrada en el Santuario, presenciando la entrada de los pasos descubiertos y ocupando asientos que no eran de su propiedad.

No estaría de más, habilitar también algunas fuentes de agua potable portátiles disgregadas por las zonas de espera donde se encuentran los nazarenos y demás participantes en el cortejo.

Estamos seguros de la necesidad de algún número determinado de personal de paisano con obligaciones de apoyo, pero al parecer, salvando al que estaba responsabilizado en la cruz de guía, el cual no se movió de su sitio en toda la Estación de Penitencia, el resto siempre está ubicado por detrás de los ciriales, dificultando el caminar de los pasos y dando la sensación de importarles más el sentirse especialmente importantes en la madrugada que el cumplimiento de las funciones encomendadas. Entre capataces, contraguías de relevo, listeros, personal de priostía, fotógrafos, técnicos de videos, responsables de redes sociales, encendedores e hijos, nietos y enchufados con trajes y medallas se puede constatar que los cirios morados que representan singularmente a nuestra Corporación siempre procesionan por delante del tramo de los "Pretorianos del Traje Negro".

Infinidad de Diputados, Enlaces variados, intercomunicadores de última generación, proliferación de personal con traje de corre, ve y dile llevando noticias y trasladando órdenes para enderezar un cortejo que, al parecer, no tiene solución. No sabemos quien o quienes serán los culpables, pero el responsable, sin duda alguna, es nuestro Diputado Mayor de Gobierno al que desde hace bastantes años nuestra cofradía se le hace grande.
Hace falta hablar mucho con los componentes del cuerpo de Diputados durante todo el año, parcialmente y en general, se ha de concienciar a los componentes de este equipo que están para trabajar por su Hermandad y no para evitar aguantar los terribles parones en una loseta. Hay que eliminar sin que tiemble el pulso a todos los que desatiendan sus funciones, y dar paso a los dispuestos a desarrollar un buen trabajo. Y por supuesto, no se pueden asignar cargos de responsabilidad como el de Diputado de Bandas de paso de Cristo a octogenarios que jamás han estado vinculados con la música para que paseen un palermo cerca de los pasos.

Pero sí sería importante que no siempre nos mirásemos el ombligo practicando el victimismo y, de una vez por todas, nos hagamos con algo tan básico como una agenda para apuntar los comentarios que los hermanos tachados de críticos exponen año tras año, y así evitar con ello, repetir errores de tal calibre.

Pero por favor, señores de la Junta de Gobierno, escuchen, palpen la sensibilidad de la gran mayoría y no inventen, y por muchos premios Demófilo con los que se nos honre, devolvamos a la Sevilla cofrade, al pueblo llano a un Señor de la Salud como a la gran mayoría les gusta, les rezan y lo quieren.
Y como final de estas reflexiones, reflexionen con la música de nuestra Hermandad, marquen una línea, la que ustedes tengan a bien acordar, pero no olvidemos que somos la Hermandad de Los Gitanos, ni mejor ni peor que las demás, pero única en nuestro sentir y en nuestras formas de expresarnos.

Por supuesto, que no dudamos que todas las actuaciones que realiza nuestra Junta de Gobierno están basadas en el mismo amor a nuestros Titulares que el que todos le profesamos y las máximas ganas de acertar en sus tomas de decisiones, pero a veces es necesario una vuelta de tuerca más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario