LOS SECRETOS DEL ARCA DE LAS ALIANZAS

EL ARCA DE LA ALIANZA

Escueto y preciso, contundente y falto de información, como diríamos en esta bendita tierra "eso es lo que hay y punto". Así es el comunicado de nuestra Junta de Gobierno en las redes sociales oficiales de nuestra Hermandad despachando con un simple "La Junta de Gobierno de la Hermandad Sacramental de los Gitanos, reunida en Cabildo de Oficiales, ha "decido" nombrar a nuestro Hermano José Miguel Gallardo Espinosa como capataz de María Santísima de las Angustias Coronada".

Lo primero que nos gustaría a los componentes de esta redacción sería que, cuando se tomasen decisiones de tal calado, al menos, se revisen con la templanza y la responsabilidad que ellas comportan. Estamos seguro que nuestra Junta de Oficiales no ha "decido", sino que habrá decidido y además tenemos la seguridad de que a María Santísima de las Angustias Coronada no le hace falta el nombramiento de un capataz, que dicho cargo se nombra para la responsabilidad de su paso.

Pero realmente, los problemas ortográficos o gramaticales debidos a la falta de aptitud o de atención es lo que menos nos deberían de preocupar. Parece ser que  para los responsables de nuestra Corporación, el comerse una sílaba o devorar a un capataz con una trayectoria impecable les prestan la misma atención, desestimando, de esa manera, la imagen que proyectamos a los diferentes estamentos sociales o cofradieros.

Se ha destapado el arca de las ocultas alianzas, y del seno de esta, comienzan a aflorar a la luz la decapitación de todo lo que no desprendan los efluvios de colaboraciones satisfechas en tiempos pasados y situaciones derivadas por los ecos de compases de palmeros agradecidos, los cuales, jamás olvidarán y en ningún caso dejarán de expresar las ansias de poner en valor las promesas pendientes como agradecimiento de servicios prestados tiempo atrás.

Claramente la repercusión en redes sociales de los hermanos insatisfechos con las diferentes toma de decisiones han sido evidentes. El malestar general por la falta de reconocimiento al trabajo bien hecho van a marcar las expectativas para que, nuevamente, tengamos una Cuaresma poco conciliadora, y donde los hermanos defraudados por las últimas actuaciones podrían tomar las cartas en el asunto necesarias para que esta Hermandad no se siga convirtiendo en un cortijo sectario.

Con decisiones arbitrarias de tal calado, son cada vez más evidentes, que cualquiera que no comparta las ideas de los mandatarios actuales o de sus satélites de opinión, puedan estar tranquilos. Da igual lo bien que se desempeñe una labor en el seno de la Hermandad, si no te adhieres al poder establecido, tu cabeza podría tener el mismo valor en el tiempo que la de María Antonieta en la época de la revolución francesa.

Queremos respetar la opinión de cualquiera de las líneas de trabajo, faltaría más, ante todo democráticos, pero en una Hermandad como la nuestra, donde las colaboraciones no sobran, no se debería permitir que se haga de una capa un sayo cada vez que al sastre de turno se le antoje.

Pronto tendremos un Cabildo General de Cuentas y Presupuestos donde aún quedan temas pendientes que han de ser explicados, tanto a los hermanos como a los requerimientos de la Autoridad Eclesiástica, y que visto lo visto, la diligencia por aclararlas brilla por su ausencia prolongándolas en el tiempo, de modo que así,  puedan quedar dormidas en el sueño de los justos.

Esperemos que el colectivo de hermanos de los Gitanos abran de una vez los ojos a un letargo que dura ya demasiado tiempo, exigiendo, por supuesto con la máxima educación pero con una total exigencia, que ese arca de las nefastas alianzas no enturbien la normalidad, la transparencia y la sensatez de las gestiones que se tomen por parte de nuestros dirigentes, demostrandolo con nuestra presencia y apostillándolo con nuestra opinión en el único sitio válido acreditado para exponerlas, el Cabildo General.

Demostremos de una vez y para siempre que esta Hermandad está viva y que pertenece por derecho a todos sus componentes.