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LOS DERECHOS ADQUIRIDOS |
Tras disfrutar de la visión de la trasera de la carroza de Baltasar y a una cuaresma de la Cuaresma, empiezan a saltar en redes sociales y periódicos de la ciudad lo que serán los presagios de nuestra próxima Semana Mayor.
En cada Casa de Hermandad se empezará la bendita locura de la preparación de una amplia logística reiterativa que, a pasos agigantados, nos colocará a los umbrales de la fiesta más singularmente deseada del año.
También, en las altas esferas del tejido cofradiero se empiezan a proyectar ideas y propuestas con las que, posiblemente. se condicionarán algunos de los criterios de nuestra Semana de Pasión y de los que la propia osadía emanada de la dualidad de esta ciudad, vertirá una amplia exposición de sus críticas y halagos sin medida, hasta que los clarines de la Maestranza griten con su extridencia la tarde del Domingo de Resurrección.
Este año, con los nuevos moradores de la calle San Gregorio, en la Sevilla cofrade, se atisba un halo de incertidumbre abrazado a una emoción especial por las ganas de trabajar, el compromiso y la independencia mediática que los dirigentes de nuestro Consejo de Hermandades y Cofradías sean capaces de enfrentar, ante la escasa caridad con las que nuestras corporaciones nazarenas (todas ellas, y que se salve la que pueda) se enrocan en ideas fijas basadas en la tradición y con la que poco a poco terminaremos deshojando de tal manera ese divino legado heredado que llegaremos a conseguir destrozarlo sin remedio.
Las hermandades del Santo Martes, agarrándose al viejo refrán de "quién da primero da dos veces", y como los equipos que se juegan la final de un mundial, han tanteado a la espera de reacción al equipo de Paco Vélez intentado mantener la posibilidad de procesionar en el ámbito de una carrera oficial a lo británico, circulando en sentido contrario, y convirtiendo a perpetuidad la jornada del Martes en un peculiar Peñón de Gibraltar semanasantero.
Afortunadamente, y consecuente con las ideas preelectorales que se expusieron en su momento, el Consejo ha reaccionado con unos horarios e itinerarios para el Martes Santo, que aun circulando como Dios manda, también consigue beneficiar, más si cabe, a los cortejos de la jornada en una simple comparativa con las que tanto se aplaudieron el pasado año. Y esto ha sido factible ya que a la hora de poner sobre la mesa los posibles cambios de orden en el discurrir por la Carrera Oficial no les ha temblado el pulso.
Desde las páginas de El Santuario de Bronce, solo pretendemos aspirar a dos banalidades, la primera, que ante las posibles negativas de las Corporaciones de la jornada, echando un pulso al Consejo, este denostado organismo obtenga un incondicional apoyo del Pastor de la Archidiócesis, haciéndonos ver que la seguridad de los cortejos y el público que los presencia está por encima de unos derechos adquiridos no regulados en ningún sito. Y en segundo lugar, que cuando se vean en la necesidad de tomar cartas en el asunto en la jornada del Viernes Santo Madrugada, donde el valor mediático de las opiniones se sobredimensionan, los pulsos de los dirigentes de nuestro Consejo se muestren tan firmes como en este primer asalto.
De ser así, auguramos a D. Francisco Vélez y a su equipo un millón de críticas a corto plazo y un incuestionable triunfo a plazo medio.
Esperemos que con la fuerza, honestidad y ecuanimidad que están actuando marque las líneas de cuatro años de responsabilidad que encaucen los márgenes del futuro.
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