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EL PODER QUE NOS APORTA LA INFORMACIÓN |
Siempre hemos abogado, desde la redacción de este blog, por la necesidad de una probada profesionalidad que estas épocas actuales nos demandan con premura a la hora de acceder a los diferentes puestos de responsabilidad o de toma de decisiones en todos las facetas de la vida, por lo que visto lo cual, en las hermandades no iba a ser menos.
Esos tiempos en los que las Corporaciones se regían a base de corazón y coraje han quedado en la memoria de los más veteranos, ya que, cofradías ubicadas en la media económica de nuestra Semana Mayor, ponen en manos de sus dirigentes, los nada despreciables montantes financieros, con los que se gestiona un curso cofrade (en la actualidad, cantidades que rondan los 500.000 €), pero sobre todo, el tratamiento de una ingente cantidad de datos personales y amparados por la privacidad (nombres, direcciones, edades, sexo, cuentas corrientes, etc.), que nos obliga a una ineludible reflexión dada la importancia de los mismos.
Ya hemos superado el punto de preocupación y, la propia Autoridad Eclesiástica, no ha tenido más remedio que entrar a saco en este área dejándola perfectamente reglada mediante la publicación, por parte del Pastor de nuestra Archidiócesis de la creación de la figura del Delegado de Protección de Datos en las diversas entidades canónicas, basándose en el Real Decreto General de la Conferencia Episcopal Española fechado en Abril de 2.018 y contenido en su artículo 36, concerniente a la Protección de Datos de la Iglesia Católica en territorio español.
Ya tenemos el toro en la plaza, y antes del día 15 de Marzo de 2.019, nuestra Hermandad, como todas las demás, está obligada a presentar en el registro de Palacio el nombre de la persona responsable con la custodia de los datos personales de la totalidad de la nómina de hermanos.
Este requerimiento no lo podemos tratar como una cuestión baladí, ya que la responsabilidad moral y, sobre todo, la responsabilidad judicial que pudiese conllevar, nos indica de la competencia sobre estos temas que ha de tener la persona a la que le sea asignado tal desempeño.
El tener que presentar el nombre y apellidos de una persona física, y este, acompañarlo con un currículum que demuestre la competencia de sus conocimientos para poder ser desempeñados, condiciona a la Hermandad en ser muy precavida y especialmente acertada en la designación de esta figura, además de que esa persona sea lo suficientemente consciente de la gran responsabilidad que asume, ya que las sanciones tipificadas en la propia Ley de Protección de Datos podrían llegar hasta la cantidad de 600.000 €.
El decreto estipula que las hermandades deberán crear, de manera inmediata, un Delegado de Protección de Datos o en su caso, que ejerza como tal la persona que desempeña el cargo de Fiscal. Por su parte, los Consejos Locales de Hermandades y Cofradías, y las demás asociaciones públicas de fieles canónicamente erigidas en la Archidiócesis de Sevilla, así como las fundaciones canónicas y Cáritas Diocesana, tendrán la obligación de presentar en la fecha requerida a la persona física o jurídica que consideren idónea para que sea designada como Delegado de Protección de Datos por el Vicario General. A la propuesta se acompañará informe sobre su competencia técnica.
Si la persona integrada en la organización de la entidad propuesta como Delegado de Protección de Datos carece de la adecuada competencia profesional y técnica a la que se refiere el decreto general de la CEE, deberá contar con la asesoría en esta materia. Estos Delegados de Protección de Datos, actuarán en coordinación y bajo la tutela del Delegado de Protección de Datos de la Archidiócesis de Sevilla y ejercerán su cargo con las funciones y competencias que se les asignan en el citado Decreto General de la CEE, el Reglamento Europeo 2019/679 y la Ley Orgánica española 03/2018 relativos a la protección de datos personales, así como la normativa particular de la Archidiócesis en cuanto le sea de aplicación.
Con estas normativas debemos ser conscientes de la necesidad por parte de la Hermandad de el consentimiento para el tratamiento de los datos de los hermanos en evitación de problemas futuros.
Cada vez se profesionalizan más los cargos de una Corporación nazarena, y los hermanos que pertenecemos a las mismas, deberíamos de concienciarnos que para acceder a ocupar un cargo en las futuras Juntas de Gobierno, además del amor por nuestra Hermandad y las ganas de trabajar por la misma, tendremos que ser conscientes que los tiempos nos llevan a dejar paso a personas con la suficiente preparación y disponibilidad para poder desempeñar sus cargos con la dignidad y la preparación que en la actualidad requieren los nuevos tiempos.
El decreto estipula que las hermandades deberán crear, de manera inmediata, un Delegado de Protección de Datos o en su caso, que ejerza como tal la persona que desempeña el cargo de Fiscal. Por su parte, los Consejos Locales de Hermandades y Cofradías, y las demás asociaciones públicas de fieles canónicamente erigidas en la Archidiócesis de Sevilla, así como las fundaciones canónicas y Cáritas Diocesana, tendrán la obligación de presentar en la fecha requerida a la persona física o jurídica que consideren idónea para que sea designada como Delegado de Protección de Datos por el Vicario General. A la propuesta se acompañará informe sobre su competencia técnica.
Si la persona integrada en la organización de la entidad propuesta como Delegado de Protección de Datos carece de la adecuada competencia profesional y técnica a la que se refiere el decreto general de la CEE, deberá contar con la asesoría en esta materia. Estos Delegados de Protección de Datos, actuarán en coordinación y bajo la tutela del Delegado de Protección de Datos de la Archidiócesis de Sevilla y ejercerán su cargo con las funciones y competencias que se les asignan en el citado Decreto General de la CEE, el Reglamento Europeo 2019/679 y la Ley Orgánica española 03/2018 relativos a la protección de datos personales, así como la normativa particular de la Archidiócesis en cuanto le sea de aplicación.
Con estas normativas debemos ser conscientes de la necesidad por parte de la Hermandad de el consentimiento para el tratamiento de los datos de los hermanos en evitación de problemas futuros.
Cada vez se profesionalizan más los cargos de una Corporación nazarena, y los hermanos que pertenecemos a las mismas, deberíamos de concienciarnos que para acceder a ocupar un cargo en las futuras Juntas de Gobierno, además del amor por nuestra Hermandad y las ganas de trabajar por la misma, tendremos que ser conscientes que los tiempos nos llevan a dejar paso a personas con la suficiente preparación y disponibilidad para poder desempeñar sus cargos con la dignidad y la preparación que en la actualidad requieren los nuevos tiempos.
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