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HERENCIA DE CANELA Y CLAVO |
A pocos minutos de la llegada del solsticio de invierno, a escasa horas de que empiecen a girar esos bombos atestados de diminutas bolas que repartirán alegrías por los cuatro puntos cardinales de nuestra piel de toro, a contados días de que nuestro Señor vuelva a rememorar su nacimiento entre villancicos, familia, artísticos adornos navideños y buenas intenciones y, cuando los buzones de nuestros teléfonos se saturan de esa cantidad de felicitaciones que sustituyeron los antiguos christmas que nos entregaba sonriente el cartero del barrio esperando el deseado aguinaldo...
En estas especiales fechas no todos reciben buenas noticias en esta bendita Hermandad de Los Gitanos y no todas las navidades de nuestros hermanos serán placenteras.
Las de algunos más que las de otros. Nos faltarán personas que por primera vez harán evidente sus ausencias en la mesa aunque inundarán nuestros corazones con su recuerdo, pero esos hermanos que nos faltan serán por decisión divina y que nuestras mentes no pueden valorar, y en esa citación recibida para personarse en la Puerta Osario de la Gloria, en esa que el Supremo Creador mandó hacer para que los nuestros disfruten de la "Madrugá Eterna" y puedan "ronear" eternamente de la pasión por la Hermandad de sus amores.
Los designios del Señor son inescrutables y sobre ellos solo podremos ser meros pacientes espectadores.
Pero también se reciben christmas escritos con la tinta del veneno de la falta de agradecimiento, del olvido hacia el buen trabajo realizado y de la omisión de dar valor a los desvelos de toda una vida de trabajo y desinteresado compromiso.
Esa tinta no se difumina, no se diluye y emborrona permanentemente al destinatario de la misiva, no pudiendo este, dar crédito al pago con la moneda del desdén por todos sus desvelos y por la falta de un reconocimiento por el trabajo bien hecho a conciencia.
Hoy, las esperanzas de hace tres días se han convertido en las temidas angustias presentes con la misiva amarga recibida y que después de más de tres decenios bordando puntadas de arte por las calles de Sevilla, el corazón de nuestra bendita Madre de las Angustias se sentirá huérfano cuando el ronco sonido de su llamador no se acompañe con la voz de un miembro de la dinastía Gallardo.
Qué pronto se nos olvidan las cosas a los cofrades. Qué fragilidad de memoria. Con qué facilidad pasamos de otorgar una medalla de oro de la Hermandad a cercenar la genealogía de la rama del mejor de los troncos al frente de una cuadrilla. Qué falta de sensibilidad podemos llegar a proyectar para cambiar la trayectoria de un excelso trabajo, desde la nada, sin dar explicaciones y sin sopesar los daños en el alma de los que lo han realizado.
¿Acaso nuestra Virgen no se pasea como la primera?. ¿Acaso los costaleros se han quejado de la dirección técnica de nuestro capataz?. ¿Acaso no ha respetado las directrices de los actuales mandatarios de nuestra Corporación?....
Acaso, acaso, acaso....
La auténtica realidad del caso es que nuestra Hermandad está aletargada, tan solo nos interesa en masa una vez al año el olor de los azahares y las ceras y, cada cuatro años ante el simbolismo de una urna. Pero lo peor de todo es que el sentimiento da la sensación de ser recíproco, los rectores de nuestra Hermandad inducen con su falta de sensibilidad en la toma de decisiones que lo único que les interesa realmente de los hermanos es la frialdad de un voto en una urna electoral y la intransferible toma de decisión de si saldremos en el paso de Cristo o en el paso de Virgen para confeccionar la papeleta.
Estamos sectorizados, y a cada uno de nosotros solo nos preocupa su propia parcela de actuación y no perder su silla en dicho ámbito. Los miembros de Junta se perpetúan decenios en los cargos, los costaleros cuando entran en cuadrante solo entienden de su costero, su corriente o su sitio a fijar. Los músicos en poder ir detrás del paso a toda costa. Los diputados el no perder los palermos que los acreditan y así, todos los estamentos de una Hermandad reconvertida en minifundios de acción independistas que nos alejan de las enseñanzas de los Evangelios y del espíritu de nuestras Reglas.
Me gustaría palpar ahora la actitud de nuestros HERMANOS costaleros de palio, esos que se les llenaba la boca hablando del viejo maestro con voz de trueno y alma de poeta, esos que se encuentran a nuestro Albertito y se abalanzan a su cuello con apretados abrazos y disparan en su cara aluviones de besos continuados con actitud de abuelas antiguas. ¡ALGO TENDRÉIS QUE DECIR!, porque quién calla otorga. Espero que el uniforme blanco inmaculado con el que vais derrochando el orgullo de ser los pies de la Señora de la dulce mirada en la "madrugá", no lo dejéis mancillar por un ascenso de escalafones en la cuadrilla o por un sobrante de cobardía.
Ojalá nuestra Hermandad resucite de puertas para adentro arrojando a un rincón las trompetas, tambores, palermos, costales, martillos, varas, etc. y nos agarremos al valor de los únicos estandartes válidos de la Corporación y que tan solo deberían ser la lealtad, la verdad y el amor a nuestros Sagrados Titulares.
Solo un inciso como conclusión a esta reflexión, reiterarle nuestra más ferviente enhorabuena a nuestra Junta de Gobierno porque, por una vez y sin que sirva de precedente, han conseguido un acuerdo de consenso, ya que como reza el comunicado oficial de la Hermandad, esta incomprensible decisión ha sido tomada por UNANIMIDAD, osea por todos de común acuerdo.
Esperamos y deseamos con ansia que también consigan ponerse en una predisposición unánime para encontrar y dar explicación en el próximo Cabildo de Cuentas, de las anomalías requeridas oficialmente por Palacio Arzobispal respecto a las distracciones económicas que no se han podido justificar hasta el momento.
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