
En un mundo donde la información es poder y, la posible distracción de los datos no favorecedores mucho más, se consigue que los raseros con los que igualar una armonía de criterios que han de tomar de las personas responsables de direccionar el rumbo de un país, de un organismo o, en el caso que nos compete, de una Hermandad, se distorsionen claramente, llegando de esa manera, a crear agravios comparativos disfrazados por las utilidades que según convengan.
A nuestras Hermandades, como a cualquier organismo civil y religioso, se les supone que deberían estar sometidas a una cadena de mando perfectamente coordinadas por unos conductos reglamentarios que mantengan la paridad entre todas las Corporaciones de similares características, protegiendo los derechos y exigiendo los deberes de las mismas, y de cada uno de sus componentes individuales.
Con esta reflexión con la que nos introducimos en el artículo, nos gustaría centrarnos en la supresión, por parte de la Hermandad de Los Gitanos, del Cabildo General Ordinario de Memorias que debería celebrarse, según marca nuestra Regla, en el presente mes de Junio y, que tras elevar la preceptiva solicitud de dispensa a la Autoridad Eclesiástica, y su posterior aceptación remitida desde Palacio, se va a celebrar conjuntamente con el Cabildo General de Cuentas y Presupuestos en las invernales fechas del próximo mes de enero.
Es evidente que, dadas las excepcionales circunstancias sanitarias por las que se están desarrollando el devenir de nuestras vidas, dicha medida tendría cierta lógica, ya que, y utilizando la frase más manida de los últimos tres meses "la salud es los más importante", o la que le sigue en el ranking que es "más vale prevenir que curar".
Parece ser, que se ha debido detectar un punto caliente de esta pandemia que nos azota por las inmediaciones de la Puerta Osario, y cuando nuestra nación está a un "paso de costalero" de la consecución de la tan cacareada "nueva normalidad", el espacio vital donde se desarrolla el día a día de nuestra Corporación se ha retrotraído a la Fase 1.
Los actos y Cabildos Generales en el resto de las Hermandades sevillanas en el presente mes de junio se suceden con la prudente normalidad que, dentro del respeto a las indicaciones sanitarias, nos son permitidas por autoridades políticas y religiosas para con la prudencia necesaria, retomar esa normalidad deseada por todos los cofrades y la población en general.
Se han empezado a utilizar bares y restaurantes, se han anunciado fechas para eventos taurinos, no existen problemas para que comiencen espectáculos públicos, se le vuelven a dar utilidad a cines, teatros, parques y playas, incluso se flexibiliza el derecho a la huelga como hemos podido constatar en los diferentes telediarios. Pues nada, en nuestro Santuario sigue siendo peligroso para la convocatoria de un Cabildo General. Se pueden hacer misas, se pueden oficiar bodas pero un Cabildo General imposible, ya que la Autoridad Eclesiástica ha aceptado nuestra solicitud de cambio de fechas.
Además, ese Cabildo ha sido previsto realizarlo conjuntamente con el de Cuentas y Presupuestos en el mes de enero, en una fría noche intersemanal a partir de las 21.00 horas, víspera de día laborable como es tradicional en nuestra Hermandad, y donde los presentes serán saturados por un aluvión de datos compuestos por todo lo realizado en un curso cofrade, el informe sobre el buen estado de nuestras imágenes, las novedades en los progresos de nuestra Casa de Hermandad, las gestiones realizadas por los técnicos que actúan en el asentamiento de El Vacie y todas los posibles ruegos y preguntas que los asistentes tengan a bien requerir.
Una vez terminado tendrá que dar comienzo el Cabildo de Cuentas, donde los números y temas económicos nos podrían llevar hasta las luces del alba a los pocos que vayamos quedando en las naves del templo, si es que queda alguno.
Hermanos responsables de la dirección de nuestra Hermandad, esto, a nuestro parecer, es totalmente inadmisible y de la forma que ha sido tratado denota una falta de interés por otorgarle el valor añadido que debería tener los dos únicos momentos en el año donde los hermanos pueden hacerse oír y exponer sus necesidades, inquietudes, desacuerdos o nuevas ideas.
Solo queremos hacer constar que esta reflexión en voz alta, la queremos basar en lo siguiente:
No se trata de un solo caso, es una ristra de eventos que, con las debidas precauciones sanitarias, son totalmente posibles de realizar, mucho más si cabe, cuando desgraciadamente el número de asistentes y el interés por estos Cabildos solo les interesa a los mismos de siempre a pesar de su importancia.
No llegamos a entender los criterios objetivos que los pastores de nuestro Arzobispado utilizan para la concesión de permisos para la realización de actos de las mismas características, aceptados en algunos casos y dispensados en otros, cuando se desarrollan en las mismas fechas y con los mismos condicionantes.
Esperemos que los Oficiales de Junta de nuestra Corporación tengan la sensibilidad de otorgarle a estos dos únicos Cabildos Generales que se producen anualmente la importancia y la notoriedad que debieran tener, ya que, el mejor sitio para que los hermanos se sientan identificados con las intenciones de la mayoría ya disponen de su fecha y su sitio, incluso a pesar de la pandemia.
Con esta reflexión con la que nos introducimos en el artículo, nos gustaría centrarnos en la supresión, por parte de la Hermandad de Los Gitanos, del Cabildo General Ordinario de Memorias que debería celebrarse, según marca nuestra Regla, en el presente mes de Junio y, que tras elevar la preceptiva solicitud de dispensa a la Autoridad Eclesiástica, y su posterior aceptación remitida desde Palacio, se va a celebrar conjuntamente con el Cabildo General de Cuentas y Presupuestos en las invernales fechas del próximo mes de enero.
Es evidente que, dadas las excepcionales circunstancias sanitarias por las que se están desarrollando el devenir de nuestras vidas, dicha medida tendría cierta lógica, ya que, y utilizando la frase más manida de los últimos tres meses "la salud es los más importante", o la que le sigue en el ranking que es "más vale prevenir que curar".
Parece ser, que se ha debido detectar un punto caliente de esta pandemia que nos azota por las inmediaciones de la Puerta Osario, y cuando nuestra nación está a un "paso de costalero" de la consecución de la tan cacareada "nueva normalidad", el espacio vital donde se desarrolla el día a día de nuestra Corporación se ha retrotraído a la Fase 1.
Los actos y Cabildos Generales en el resto de las Hermandades sevillanas en el presente mes de junio se suceden con la prudente normalidad que, dentro del respeto a las indicaciones sanitarias, nos son permitidas por autoridades políticas y religiosas para con la prudencia necesaria, retomar esa normalidad deseada por todos los cofrades y la población en general.
Se han empezado a utilizar bares y restaurantes, se han anunciado fechas para eventos taurinos, no existen problemas para que comiencen espectáculos públicos, se le vuelven a dar utilidad a cines, teatros, parques y playas, incluso se flexibiliza el derecho a la huelga como hemos podido constatar en los diferentes telediarios. Pues nada, en nuestro Santuario sigue siendo peligroso para la convocatoria de un Cabildo General. Se pueden hacer misas, se pueden oficiar bodas pero un Cabildo General imposible, ya que la Autoridad Eclesiástica ha aceptado nuestra solicitud de cambio de fechas.
Además, ese Cabildo ha sido previsto realizarlo conjuntamente con el de Cuentas y Presupuestos en el mes de enero, en una fría noche intersemanal a partir de las 21.00 horas, víspera de día laborable como es tradicional en nuestra Hermandad, y donde los presentes serán saturados por un aluvión de datos compuestos por todo lo realizado en un curso cofrade, el informe sobre el buen estado de nuestras imágenes, las novedades en los progresos de nuestra Casa de Hermandad, las gestiones realizadas por los técnicos que actúan en el asentamiento de El Vacie y todas los posibles ruegos y preguntas que los asistentes tengan a bien requerir.
Una vez terminado tendrá que dar comienzo el Cabildo de Cuentas, donde los números y temas económicos nos podrían llevar hasta las luces del alba a los pocos que vayamos quedando en las naves del templo, si es que queda alguno.
Hermanos responsables de la dirección de nuestra Hermandad, esto, a nuestro parecer, es totalmente inadmisible y de la forma que ha sido tratado denota una falta de interés por otorgarle el valor añadido que debería tener los dos únicos momentos en el año donde los hermanos pueden hacerse oír y exponer sus necesidades, inquietudes, desacuerdos o nuevas ideas.
Solo queremos hacer constar que esta reflexión en voz alta, la queremos basar en lo siguiente:
07/06/2020 Hdad. Expiración de Carmona. Cabildo de Elecciones.
17/06/2020 Hdad. de la Sed de Nervión. Cabildo de Elecciones.
18/06/2020 Hdads. Sacramentales en el Cerro. Convivencia de las mismas
21/06/2020 Hdad. de la Sagrada Mortaja. Cabildo de Elecciones.
25/06/2020 Hdad. del Buen Fin. Cabildo de Cuentas.
29/06/2020 Hdad. de la Estrella. Cabildo Extraordinario cuota capilla.
27/06/2020 Hdad. del Amor. Presentación de Cartel 400 Años entrega
de sus Titulares por Juan de Mesa en los Terceros.
30/06/2020 Hdad. de San Bernardo. Cabildo de Elecciones.
22/09/2020 Hdad. de Los Estudiantes. Cabildo de Elecciones.
27/09/2020 Hdad. de la Hiniesta. Cabildo de Elecciones.
08/10/2020 Hdad. de San Esteban. Cabildo de Elecciones.
No se trata de un solo caso, es una ristra de eventos que, con las debidas precauciones sanitarias, son totalmente posibles de realizar, mucho más si cabe, cuando desgraciadamente el número de asistentes y el interés por estos Cabildos solo les interesa a los mismos de siempre a pesar de su importancia.
No llegamos a entender los criterios objetivos que los pastores de nuestro Arzobispado utilizan para la concesión de permisos para la realización de actos de las mismas características, aceptados en algunos casos y dispensados en otros, cuando se desarrollan en las mismas fechas y con los mismos condicionantes.
Esperemos que los Oficiales de Junta de nuestra Corporación tengan la sensibilidad de otorgarle a estos dos únicos Cabildos Generales que se producen anualmente la importancia y la notoriedad que debieran tener, ya que, el mejor sitio para que los hermanos se sientan identificados con las intenciones de la mayoría ya disponen de su fecha y su sitio, incluso a pesar de la pandemia.
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