El pasado 11 de Febrero, en la página web oficial de la Hermandad de Los Gitanos, apareció una noticia que no dejaba de ser sorprendente para algunos hermanos de la Corporación:
"Inauguración de la Escuela de Familia para padres y madres de la Banda Juvenil de la Hermandad de Los Gitanos".
La noticia nos cogió a la totalidad de hermanos de improviso, sobre todo, cuando en el desarrollo de la misma, la actividad daba comienzo ese mismo día a las 20,30 horas y en las dependencias que la Hermandad pone a disposición de la Sección Musical para sus ensayos, y para otros usos que en este momento no vienen al caso.
Queremos valorar nuevas iniciativas por parte de los responsables de nuestra Corporación con las que los hermanos sientan el mayor interés y la atracción de hacer más cotidiano el acercamiento a las dependencias de la Hermandad. Con ese motivo, entre otros muchos, estamos haciendo entre todos un esfuerzo económico para la construcción, el mantenimiento y puesta en valor de las cuatro plantas de una nueva Casa de Hermandad, con una superficie de más de 1.50o metros cuadrados, y que, salvando dos sillas en mayordomía y otras dos en secretaría, el mayor porcentaje del tiempo, sus novedosos espacios, se encuentran más solos que la una.
A esto le tenemos que sumar un problema añadido acaecido por la externalización de nuestra Casa de Hermandad de estos novedosos programas de formación, como es el derivado de que si pocos hermanos hacemos uso de las nuevas dependencias, al desplazar actividades a otros lugares, menos aun van a pisar sus brillantes solerías.
A la noticia en cuestión le falta información, ya que nos habla de que "nuestro Técnico Social versará sobre la educación de nuestros hijos". Esta frase nos induce a suponer que se refieren a los hijos que toquen algún instrumento y vistan un uniforme con gorra de plato.
No sabíamos que nuestra Hermandad disponía de algún Técnico Social, ya que de los únicos que teníamos costancia eran de los dos habilitados que actúan en el Proyecto del Vacie, y que, el pasado año, nos costó a las arcas de mayordomía, la nada despreciable cantidad de 28.737,50 €, sin tener claro la mayoría de los hermanos, cual es la función de los mismos, cuántas horas dedican a la semana para justificar sus honorarios y qué objetivos tangibles se han ido consiguiendo con los niños de dicho enclave.
Esperemos que este nuevo Técnico no salga tan caro a los hermanos de la Corporación, ya que no sabemos si se trata de una labor altruista o si también nos remitirá sus estipendios, los cuales pagaremos entre todos y disfrutarán solamente los padres de los que vistan uniforme.
Como hermanos de nuestra nómina, la atención a los hermanos músicos debe de ser coherente y activa, eso no es discutible, pero en ningún caso superior a la de otros estamentos de la Hermandad como costaleros, acólitos, grupo joven y algunos más, los cuales se encuentran totalmente desaparecidos la mayor parte del año.
Cierto es que los ensayos y actuaciones de nuestra Sección Musical son numerosas en el transcurso del año, pero también es igual de cierto que los componentes que se apuntan a su actividad, saben de antemano, cuales son los sacrificios que conlleva la misma. Nadie pone un puñal en el pecho a nadie para apuntarse como músico, por lo tanto, no se puede pretender tener un trato especial en ninguna de las facetas que quedan enmarcadas en el contexto de la Corporación.
Querida Junta de Gobierno, los eventos en nuestra casa, que es muy grande y se encuentra muy vacía a diario, y por supuesto, el título de la "Escuela de Padres de la Banda Juvenil" mejor sustituirlo por "Escuela de Padres de la Hermandad de Los Gitanos" ya que está sustentada económicamente por todos los que pagamos una cuota que acaba de experimentar una nada considerable subida.
Queremos entender que estas actividades en el Polígono de Hytasa no están pensadas para que los padres que llevan a sus hijos a los ensayos no se aburran mientras que esperan a que finalicen, ya que si es así, nos saldría más económico, en vista de lo que habitualmente nos vienen costando los Técnicos Sociales a esta Hermandad, comprar un futbolín y una mesa de ping-pong para aliviar las tortuosas esperas, al parecer, de los sacrificados padres.
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