La longevidad de los días veraniegos dan para mucho. Largos Viajes para algunos y escuetos desplazamientos para otros, plácidos descansos, tranquilos paseos por la ciudad, la costa o la montaña, la predisposición a olvidadas prácticas deportivas, cervecitas y tapas aprovechando las gratas reuniones familiares o con amigos, y a todo el personal que además disfruta habitualmente de esta práctica, relajantes periodos de lectura.
El colectivo cofrade no iba a ser menos y, en el plano literario, complementamos nuestros momentos de asueto devorando las novedades que, a base de cuenta gotas, nos aportan los periódicos digitales con salpicones de noticias, rumores y opiniones que se nos presentan entre las diferentes redes sociales.
Los hermanos de los Gitanos hemos encontrado una gran variedad de estas primicias, a las que hemos conseguido poder mantener el hilo, ya que, para lo bueno o para lo menos bueno, en el global de la nómina de la Corporación y de la ingente cantidad de devotos existentes, encontramos un buen número de personas que gustan de informarse con toda esa diversidad de opiniones que navegan por la red.