sábado, 5 de febrero de 2022

UNA RESPONSABILIDAD CON EL FUTURO

Con el cierre de las elecciones, y la vista puesta en un futuro cercano, se abren las nuevas expectativas de un segundo mandato de José María Flores y su Junta de Gobierno, en la que, tan solo, se han presentado dos caras nuevas y algunos movimientos en los puestos a ocupar con respecto a los pasados cuatro años.

Un desgraciado periodo padecido en todo el mundo provocado por la pandemia producida por el Coronavirus y que, como no, también ha sido un hándicap en el corazón de la Hermandad de Los Gitanos, donde hemos perdido hermanos, nos han sido han hurtadas cotidianas vivencias y hemos padecido un severo tirón de orejas emocional para que nos demos cuenta que el valor principal de una Hermandad y de la propia vida, tan solo se puede medir en salud, ya que si esta nos es arrebatada, ni los dineros, ni los enseres, ni los reconocimientos sociales, ni absolutamente nada de nada, tiene las más mínima importancia.

El refrendo de las urnas el pasado fin de semana ha otorgado la confianza a un equipo de gobierno que tendrá la posibilidad de realizar un trabajo que fue sesgado parcialmente por los acontecimientos sanitarios y que, a pesar de haber seguido tirando del carro, querrán intentar demostrar en este cuatrienio que les queda por delante, el asentamiento interno y externo de una Corporación necesitada de tranquilidad y sosiego en su día a día.

La apuesta por seguir potenciando el área de Acción Social y Caridad, la actualización con un criterio artísticamente uniforme del patrimonio material y el posicionamiento necesario dentro del plano de la "madrugá" para no seguir cediendo unos derechos adquiridos por la antigüedad y el sacrificio de nuestra cofradía en la calle, son tres de las bases de trabajo con las que quieren arrancar este periodo de mandato. 

De hecho, al día siguiente del cierre de las urnas, se hace público una solicitud de la Corporación ante el Consejo de Cofradías de una propuesta oficial de adelantar la jornada de la "madrugá" del Viernes Santo en un cuarto de hora para que la llegada de nuestra cruz de guía no inicie la Carrera Oficial con las claras del día y el canto de los vencejos por muy poético que a cierto sector cofrade le parezca.

Pero queremos hacer una mención especial a dos proyectos, que quizás, no presenten un panorama tan atractivo a los ojos de gran parte de la nómina de hermanos, y que es de agradecer que se haya tenido la valentía de poner sobre la mesa y de expresar la intención de llevar a cabo en estos cuatro años.

Un gran proyecto denominado "I Congreso Nacional de Hermandades de Los Gitanos", con una duración de trabajo de todo el periodo de mandato, y que dará comienzo este mismo año con motivo de XXV Aniversario de la Beatificación de Ceferino Giménez Maya, siempre de la mano de la Delegación Diocesana de la Pastoral Gitana de nuestro Arzobispado.

Con este acontecimiento, la Hermandad de Los Gitanos de Sevilla, da un paso adelante cogiendo la bandera de la unidad de un importante contingente de Corporaciones Gitanas existentes en nuestro país y que, encabezadas con una idea afín por la unidad, desde la capital de María Santísima, se pueda crear una línea común de trabajo con las que dar valor a la cultura y a la historia de un pueblo de una singularidad especial. 

Además, mediante la puesta en común y la exposición de los diferentes puntos de vista con los que el pueblo gitano y las personas cercanas a esta etnia viven sus Hermandades en los diferentes lugares de España, conseguir encontrar acciones afines y poner en valor diferentes modelos de acción social con las que exponer al mundo cofrade, y a la sociedad en general, las carencias y necesidades que todavía se asocia intrínsecamente con este colectivo.

El otro alarde de responsabilidad por parte del cuadro de Oficiales electos, ha sido el anuncio de acometer la reforma de nuestras Sagradas Reglas para que sean lo más acorde posible con las bases que marcan la Doctrina Cristiana, el Derecho Canónico, los dictámenes de las Normas Diocesanas ante la necesidad de renovación de una Reglas que se adapten a este primer cuarto del siglo XXI.

Por nuestra especial singularidad en algunos de los capítulos de las mismas, reiteradamente se ha obviado acometer este proyecto, evitando al dejarlo de lado una y otra vez, que una Junta determinada quede significada para la posteridad en la historia de nuestra Corporación.

No creemos que deba existir miedo alguno. La Hermandad de Los Gitanos y los hermanos incluidos en el censo de la misma, estamos seguros que sabremos adaptarnos a los tiempos, pero a su vez, teniendo la suficiente consciencia de no tener que posibilitar el tener que obviar ni un ápice las raíces, las costumbres y la historia de una Hermandad donde todos somos acogidos y valorados.

A José María Flores y a su conjunto de Oficiales les ha llegado el momento, si los contratiempos sociales, institucionales o sanitarios se lo permiten, están llamados a trabajar por un salto de calidad fundamental para que la Corporación llegue a un consenso necesario de actuación que nos permita seguir creciendo en nuestra fe, en nuestra labor cofrade y en nuestra responsabilidad como hijos de Sevilla.

Tan solo desear a esta Junta de Gobierno en el punto de partida de su nueva etapa toda la suerte del mundo porque esa misma suerte será la proyectada  hacia las esencias de nuestra propia Hermandad.

 

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